Y llegó el momento de su primera papilla, uno de los grandes acontecimientos del primer año de vida. Debemos tener en cuenta que la introducción de nuevos sabores y texturas debe hacerse de forma gradual.

Se aconseja que los bebés se alimenten exclusivamente de leche materna durante sus primeros 6 meses de vida, luego de ese periodo, el organismo del bebé está preparado para digerir alimentos, por lo que ya se puede ir agregando otros alimentos de manera gradual en su dieta, siendo complementos a la leche (materna o artificial).

✩ Consideraciones:

Los bebés están acostumbrados a tomar únicamente leche, por lo que iniciar con nuevos sabores y olores puede causarle desconfianza. Tener esto en cuenta porque a tu bebé puede tomarle más de una probada el poder familiarizarse y que le gusten los nuevos alimentos.

Que la primera experiencia sea en un día tranquilo sin incomodidad ni prisa, tanto para el bebé como para ti. Tratemos de disfrutar esta primera experiencia de manera calmada.

Para que el bebé se vaya familiarizando con la nueva actividad, días antes de la experiencia, puedes mostrarle y dejarlo interactuar con la cuchara que se utilizará para las papillas.

Limpieza: dejémos que el bebé experimente, se ensucie y conozca a su manera los nuevos olores, texturas y sabores. Esto hará la introducción del alimento más placentera.

En un inicio, puedes mezclar los nuevos alimentos con un poco de la leche que el bebé suele tomar de manera habitual. Esto puede permitir que el alimento sea aceptado con mayor facilidad y goce.

Sobre las texturas: debemos acostumbrar a nuestros bebés a conocer no solo el puré de los alimentos, sino frutas y verduras un poco chancadas con el tenedor o en pequeños trocitos. Esto permitirá mayor facilidad en la introducción de alimentos más sólidos.

A los 12 meses los bebés ya deberían empezar a masticar, por lo que los alimentos deben de ir dejando de ser triturados de manera gradual los meses anteriores.

✩ ¿Qué podemos evitar?

Que la primera papilla sea en un día incomodo para el bebé (que no esté resfriado, que no esté con mala noche, entre otros factores que puedan dificultar la nueva actividad).

Limpiar cada gota que salpique o cada vez que el bebé intente interactuar con los alimentos, dejémos que viva su experiencia y luego lo limpiamos.

Añadir sal, especias o azúcar en las papillas, lo ideal es acostumbrarlos a conocer el sabor real de los alimentos.

Darle los alimentos nuevos mezclados, lo ideal es que prueben de uno en uno para también comprobar reacciones alérgicas más exactas.

Darle reiteradamente una cucharada de un alimento que ya no quiere. No forcemos a que algo le guste, intentemos con otros alimentos y volvamos días después con el alimento que rechazó para darle otra oportunidad.

Preparar gran cantidad de papillas las primeras veces ya que recién estamos probando y puede ser que con un par de cucharadas verifiquemos el agrado o desagrado por el alimento.

Toda esta información sirve de referencia para las primeras papillas de los bebés. Sin embargo, tener en cuenta que las personas indicadas para confirmar el inicio de una alimentación complementaria y los alimentos que tu hijo debe ir probando según su desarrollo, es el pediatra.